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Iñaki Pérez Pérez

Arquitecto técnico que ha desarrollado funciones de D.E.O. dentro del proyecto de remodelación de El Sadar

Nuestros colegiados pudieron disfrutar, el pasado noviembre, de una visita técnica a las obras de ampliación y reforma del estadio de El Sadar. Una actividad gratuita y exclusiva para los miembros del Colegio de Oficial de Aparejadores, Arquitecto/as Técnico/as e Ingenieros de Edificación de Navarra (COAAT) que tuvo muy buena acogida ya que asistieron unas treinta personas.

Además, la cita contó con un incentivo extra. Iñaki Pérez, gerente de Naserges, y uno de los arquitectos/as técnicos/as encargados de la ejecución de este proyecto, participó del encuentro. Allí desveló algunas de las claves de esta emblemática obra a los asistentes.

Completada la visita al “Muro Rojo”, pudimos mantener la siguiente conversación con un Iñaki Pérez que ingresó en el colegio en enero de 1998 con el número 969.

En primer lugar, y antes de hablar del “Muro Rojo”, coméntanos brevemente tu trayectoria profesional.

Inicié mi andadura profesional en 1997 como jefe de obra de la guardería de Mendillorri con el estudio de arquitectura CV Arquitectos. Después, en 1998, me colegié y comencé a realizar trabajos de dirección de obra y coordinaciones de seguridad y salud. En esta última especialidad desarrollé mis capacidades hasta crear mi propia empresa (Naserges) que, también, ejecuta direcciones de obra.

De la mano de Naserges he podido realizar obras muy emblemáticas como, por ejemplo, El Corte Inglés de Pamplona; la Estación de Autobuses, Aeropuerto de Pamplona; la nueva factoría de Aceites Urzante en la Ciudad Agroalimentaria de Navarra; el nuevo edificio de Económicas y Másters de la Universidad de Navarra; o, la rehabilitación del conjunto amurallado de Pamplona, entre otros. También he desarrollado otras obras menos espectaculares pero en las que también he puesto el mismo interés como diversas promociones unifamiliares y otras instalaciones menores.

Ahora mismo, una vez finalizado el proyecto de El Sadar, estoy llevando a cabo importantes obras como la rehabilitación del Edificio Singular; el Edificio Pereda (en Santander) o un edificio para uso terciario en el Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa, por citar algunos proyectos.

¿Cómo surge el proyecto de remodelación de El Sadar y cuál ha sido tu participación en el mismo?

Surgió en una reunión con mi compañero Gorka Visiers. Me lo planteó y le dije que no había realizado una reforma de este tipo y que me encantaría llevarla a cabo. A partir de ahí, mi participación ha sido como la de un técnico más del grupo de trabajo que se creó y en el que hemos colaborado en todo momento tanto con los arquitectos OFS como con la propiedad.

¿Qué dificultades encontraste de inicio y cómo pudiste superarlas? ¿Qué retos, en definitiva, ha supuesto para ti esta obra?

La irrupción del Covid-19 nos hizo ser más cuidadosos en la ejecución de nuestro trabajo para evitar los contagios. También estuvo la dificultad intrínseca de una obra compleja de por sí que, además, tuvimos que simultanear con la propia actividad deportiva de la competición y los partidos de fútbol que no se detuvieron en ningún momento.

¿Dentro de las actividades realizadas, cuáles han supuesto un hito para ti dada su complejidad?

Hasta la fecha no me había tocado realizar un proyecto tan complicado. De todo el trabajo realizado, yo destacaría con el proceso de seguimiento y ejecución de la nueva estructura de hormigón, de las nuevas gradas y la cubierta del estadio.

¿Qué destacarías en su conjunto del proyecto de El Sadar?

Lo mires por donde lo mires (las gradas, los colores, los vestuarios, etc.), todo el proyecto en sí es espectacular. Desde luego, para mí ha supuesto un antes y un después, por la envergadura y porque había una vinculación sentimental al tratarse de tu equipo y de que estabas haciendo una obra emblemática para tu ciudad.

Sin duda, culminar la remodelación de El Sadar es una de las mejores sensaciones que me ha pasado, y mira que he realizado proyectos de gran envergadura y espectaculares con arquitectos increíbles y grandes compañeros.

Tras la remodelación, ¿cuál es ahora el rincón favorito o el que más orgulloso estás de El Sadar y por qué?

Me quedaría con las esquinas y su piel permeable de acero que se percibe desde el exterior y a pie de calle. Luego, una vez dentro, sales a ver el campo de fútbol y ves lo bien que ha quedado.

Finalmente, ¿con qué lecciones te quedas de este proyecto?

Me quedo con el trabajo de ejecución de las estructuras de hormigón y metálica. Sobre el papel parecía muy simple pero ha resultado muy complejo